En los últimos meses, el gobierno a través de su ministerio de “igualdad”, ha puesto en marcha programas de sensibilización hacia la sociedad con el objetivo de reducir la violencia de género y con ello las victimas que con tanta frecuencia aparecen en los medios de comunicación anunciando un delito más. El planteamiento consiste en reforzar todas aquellas políticas para la igualdad y por supuesto aquellos programas orientados a la toma de conciencia social que permitan que la mujer sea reconocida como una persona más, con los mismos derechos y oportunidades que los hombres, para obtener un puesto de trabajo, ante cualquier empresa, ante la sociedad y ante la misma justicia.
Sin embargo, observamos que aunque se halla intensificado la observación sobre la violencia de género, con medidas como incluir un “teléfono de emergencia” para los maltratadores , las dudas nos asaltan: Por ejemplo, ¿hemos reducido la violencia de género entre nuestros conciudadanos?. ¿Cómo poner en marcha estas acciones desde el punto de vista preventivo y educativo si los presupuestos generales del estado comienzan ya a experimentar un síntoma de debilitamiento frente a la crisis actual?, ¿Seremos capaces de socializar a través de los programas de mejora del gobierno, sindicatos y demás organizaciones, a todas aquellas familias en estado de desesperación que buscan una solución urgente a sus problemas?.
La solidaridad y la cooperación en materia de violencia de género, es una necesidad cada vez más urgente. La educación por la igualdad de género y contra la violencia debe salir de las aulas para llegar de forma inmediata, en un programa de sensibilización ciudadana, de forma sistemática a todos los pueblos y municipios de nuestra comunidad canaria. Hagamos entre todos políticas más activas.
Sin embargo, observamos que aunque se halla intensificado la observación sobre la violencia de género, con medidas como incluir un “teléfono de emergencia” para los maltratadores , las dudas nos asaltan: Por ejemplo, ¿hemos reducido la violencia de género entre nuestros conciudadanos?. ¿Cómo poner en marcha estas acciones desde el punto de vista preventivo y educativo si los presupuestos generales del estado comienzan ya a experimentar un síntoma de debilitamiento frente a la crisis actual?, ¿Seremos capaces de socializar a través de los programas de mejora del gobierno, sindicatos y demás organizaciones, a todas aquellas familias en estado de desesperación que buscan una solución urgente a sus problemas?.
La solidaridad y la cooperación en materia de violencia de género, es una necesidad cada vez más urgente. La educación por la igualdad de género y contra la violencia debe salir de las aulas para llegar de forma inmediata, en un programa de sensibilización ciudadana, de forma sistemática a todos los pueblos y municipios de nuestra comunidad canaria. Hagamos entre todos políticas más activas.
Antonio Gutiérrez.
